Un año después de comprarnos nuestras primeras bicicletas de carretera (si, convencí a mi pareja para esta aventura), y entusiasmados por descubrir nuevas aventureras, nos venimos arriba y decidimos irnos a Suiza, un paraíso para el ciclismo (y si, aquí también la convencí... nota mental: quizás debería crear un post sobre como convencer a tu pareja para hacer bikepacking).
Suiza es uno de los países, junto con Holanda y Dinamarca, que mejores infraestructuras dispone para las bicicletas. En el caso de Suiza, hablamos de más de 12.000 km de carril bici.
La bicicleta forma parte de su historia y cultura, siendo vista como un medio de transporte como cualquier otro. Esto se nota especialmente en los conductores, pues respetan mucho a los ciclistas, y mantienen siempre las distancias de seguridad. Os recomiendo bajaros la aplicación de trenes de Suiza (SBB) para por si acaso. Se pueden consultar horarios y comprar tickets.
Y ahora sí, ¡empezamos la ruta!
Día 0 (viajando a Suiza)
Cogemos un tren desde Berlín con dirección a Basel (si te interesa saber más sobre como viajar en tren con bici en Alemania, escríbelo en los comentarios y crearé un post dedicado).
Tras siete horas de viaje... ¡Por fin llegamos a Basel!
Aprovechamos el día visitando la ciudad (que hace frontera con Alemania y Francia) y después nos dirigimos al hotel, donde nos permitieron meter las bicis en la habitación.
Alojamiento
Nos hospedamos en el hotel B&B situado en Weil am Rhein/Basel, en el lado de Alemania, ya que salía más barato. El alojamiento estaba perfecto, y nos dejaron meter las bicis en la habitación.
Día 1: Basel - Bern
Empezamos nuestro viaje desde Basel, disfrutando de unos paisajes espectaculares.
Durante una de las subidas en un puerto de montaña, nos empezó a llover, por lo que la visibilidad era reducida. Si bien no había mucho tráfico, dado que nuestro ritmo en subida era bastante lento, empecé a hacer un trenecillo de coches detrás de mí en una zona con muchas curvas y poca visibilidad. Me sorprendió que los coches se quedasen detrás durante más 10 minutos (sin protestar ni tocar el claxon), hasta que hubo una zona en la que se podía adelantar de forma segura, y lo hicieron cambiándose completamente de carril.
Parada
Decidimos parar a comer a los 40 kms, justo después de terminar la parte más dura del recorrido. Comimos en el restaurante de una posada llamada "Gasthof zum Kreuz" situada en Holderbank, donde además podréis dejar las bicicletas guardadas en un garaje bajo llave. La comida estaba espectacular, y teniendo en cuenta que Suiza no es precisamente barata, me pareció un precio muy bueno.
Reanudamos el viaje, y seguimos disfrutando del trayecto, esta vez con un terreno más llano y menos exigente. Después de 60 km, llegamos finalmente a Bern, donde nos esperaban unos amigos que nos alojarían en su casa. Descansamos un día y aprovechamos para disfrutar de la compañía de nuestros amigos y visitar Bern.